Todos atravesaremos por este evento, es cierto, ¿pero saberlo nos libera del dolor y la tristeza? Por supuesto que no, porque la muerte nos es desconocida y porque cuando esta se produce mueve todas nuestras estructuras mentales. Tememos aquello que desconocemos.
En algunas ocasiones, sin embargo, me he topado con experiencias diferentes, y con el permiso de los actores he decidido recopilar algunas de las que más me conmovieron, debido a que, en todas ellas, hay algo en común: la sensación y la certeza de que la muerte no es realmente un final.
Espero que leer este libro te reconforte de la misma forma que yo me sentí al escuchar los relatos, ya que hoy, aunque no he adoptado ninguna religión, me considero una persona espiritual.
Al comprender ahora que no existe realmente un final o un adiós, encaro la posibilidad de mi propia muerte o de las personas o animales que amo con un poco de tranquilidad, y eso es lo mismo que espero produzca en ti.
La autora