Descripción
Jean Falvy Bockos
La hora de la lectura de cuentos con mis hijos, usualmente antes de dormir, es uno de los recuerdos que más atesoro. Escucharlos reír, preguntar, admirarse y, si el cuento ha sido bien contado, pedir que se repita, no tiene precio. Asimismo, es una de las memorias felices que tengo de mi niñez con mis padres y, si bien me cuesta acordarme de las historias, tengo muy presente las emociones. Es algo que se queda contigo… como hijo y como padre.