«[…] ¿Qué hago ahora…? ¿Me conformo con las fotos nuestras en las paredes de mi habitación… o con solo la repartición de nuestros sueños? Miro las flores secas que me regalaste, que ahora están marchitas y tiradas sobre la alfombra de mi habitación… No sabes todo lo que quiero expresar, pero no puedo, tengo un nudo en mi garganta, y será que las palabras no expresan nada bien mis sentimientos en este momento, lo que siento, solo me imagino y no puedo ni contar cuántas veces me mentiste, y no te quiero dejar, porque quiero estar a tu lado; pero está bien, Marcelo, solo te pido que me abraces antes de irme y que me aprietes en tus brazos por última vez».

Marcelo Barragán es un joven economista con un problema particular: es terriblemente infiel. Casado por muchos años con Andrea, a quien considera insanamente el amor de su vida, no duda en vincularse con otras mujeres de mil maneras. Todo ello cambiará al encontrar a Mel, una nueva compañera de trabajo, quien generará un efecto dominó que le dará todo un vuelco a sus días.

Mi amiga infidelidad nos presenta una historia de amor, de traición y, también, de memoria. Y es que, en su inevitable caída, el protagonista se encontrará a sí mismo y buscará el porqué de su enfermiza adicción.