Desde su habitación, sentado en su silla de playa, al lado de su radio, el autor adolescente recopila en este libro los recuerdos de su búsqueda por el sentido del enamoramiento y cómo descubre en la poesía un refugio ineludible. La primera parte se presenta como vínculo entre la soledad y el espacio natural más sincero al que el autor recurre constantemente, el mar. Este será redescubierto como espejismo de la identidad del autor, trascendiendo su carácter físico. La segunda parte describe, mediante una reconciliación amorosa, el frenesí de emociones (y autoconocimiento) que conlleva el alejarse de un ser al que uno se adhiere. Se explora, desde el recuerdo de un primer acercamiento a una disposición física más íntima, las inseguridades e ilusiones del autor. En la tercera etapa, cuestiones personales como la muerte, la infancia y la naturaleza serán abordadas en el marco de la autoaceptación que el autor añora establecer consigo mismo.

Motivado por el amor de septiembre, excavó en memorias eludidas con el fin de ser consciente de lo que significó y significa amor para él. El libro finaliza con un cuento que retrata la no superación de una ruptura y cómo esta se reflejaba en su cotidiano. Se muestra, además, el primer contacto con la poesía, un camino. Lo significativo del libro es que no se llega a una resolución certera sobre la búsqueda mencionada al inicio.