La literatura puede entretener, conmover o hacer pensar. Y si todo junto, mejor. Pero, también, es capaz de hacernos entender. Uno va dándose cuenta con el tiempo de que incluso en las situaciones que percibimos como más sencillas o cotidianas hay un lado misterioso, pleno de aristas insospechadas. La vida es inabarcable, inaprehensible, parecen decirnos estos colgantes, complejos y sugerentes cuentos de Juan Pablo Torres Muñiz. Y, sin embargo, frente a esa realidad incontestable, asoman la trama del lenguaje y su secreta luz desveladora. En las escenas sabiamente elegidas, en sus cortes súbitos y elocuentes, en las voces de los personajes que escuchamos agolpadas y sin filtro, como un rumor de la calle.

Un texto es poderoso no porque nos haga ver una verdad evidente o predeterminada, sino porque nos mueve a colocarnos en un ángulo distinto, a repensarlo todo y a obtener lecturas nuevas de la realidad. «Hay una grieta en todo; es así como nace la luz, ha escrito Leonard Cohen. Este libro hace suya esa máxima, desmonta nuestras frágiles certezas y nos sumerge en una de las más radicales y auténticas experiencias de la literatura del sentido.

Marco García Falcon

Relatos en los que con cariño y sin piedad retrata a la urbe que lo ha acogido por gran parte de su vida. Muy recomendable.

Ernesto Carlin, Diario El Peruano

Si cupiera apostar por una primera conclusión al cabo de la lectura de esta obra, quizá sea que los grandes temas o, sería mejor decir, dilemas humanos, no solo no han sido explotados del todo y constituyen una fuente rica de creación literaria, sino que son un legado, cuyo peso, paradójicamente, nos eleva.

Jorge Luis Quispe, periodista cultural